Este reportaje es tomado de la prensa Cubana.

La moda de inyectarse diferentes sustancias para tener una musculatura descomunal casi al instante se ha extendido en la Isla. Y ya tiene víctimas.
"La primera vez que usé (synthol) me dio fiebre, escalofríos y vómitos. No pude dormir esa noche. Al otro día el perímetro de mis brazos había crecido un centímetro", dijo a IPS el maestro Yosván Méndez, quien se inyectó aceite en forma intramuscular durante tres meses en 2011. "Nunca más vuelvo a hacerlo. Es un disparate", añadió.