martes, 18 de junio de 2013

CAFEÍNA.

¡Ya es hora de hablar de la droga más popular en el mundo entero!
Ahora que he llamado vuestra atención vamos a hablar de la cafeína. Sí, la cafeína es la droga usada más ampliamente en este planeta.
¿Qué, la cafeína una droga? ¿Quieres decir que esa inocente sustancia que todo el mundo usa para ‘despejarse’ un poco es una droga?
Sí, señoras y señores, la cafeína es un estimulante de origen natural.


Y puede tener muchos beneficios cuando se toma con moderación, especialmente en
La cafeína pertenece a un grupo de compuestos conocidos como alcaloides. Éstos son sustancias básicas que forman sales solubles en agua. La mayoría de alcaloides son sustancias cristalinas bien definidas, que se unen con los ácidos para formar sales. En las plantas pueden existir en estado libre, como sales e incluso como óxidos nitrogenados. Los alcaloides existen en 31 formas diferentes y se trata de compuestos derivados de las plantas que son tóxicos o fisiológicamente activos. Contienen una molécula de nitrógeno en un anillo heterociclíco (mirando hacia arriba).

Los alcaloides se emplean farmacológicamente como agentes del sistema nervioso central, como estimulantes, venenos, alucinógenos, analgésicos (para aliviar el dolor) y como drogas antileucémicas.
La cafeína pertenece a un grupo de compuestos alcaloides conocidos como metilxantinas, que destacan por bloquear los receptores de adenosina en el cerebro.

¡Parece que hay una abundancia de bloqueadores cerebrales estos días, vaya donde vaya! La adenosina ralentiza la actividad cerebral, aunque el modo en el que lo consigue no está bien entendido. Lo importante es que el cerebro deja de recibir adenosina, así que ésta no puede decirle al cerebro que ralentice el sistema. De esta forma la cafeína se convierte en un estimulante. Estos alcaloides metilxantinas también relajan los tejidos alrededor de las vías aéreas de los pulmones, por eso son empleados en los medicamentos broncodilatadores.

Las metilxantinas se encuentran en plantas tales como la guarana, la nuez de cola, el café, el té, los granos de cacao, la yerba maté y algunas otras.

La guarana, el té, la cola, el cacao y el café son las plantas que proporcionan cafeína.

Su habilidad para estimular el sistema nervioso central la convierte en un muy potente acelerador de la energía. La molécula de cafeína es capaz de penetrar en la célula muscular y proporcionar una fuente de energía sostenida que retrasa la fatiga. También hará que estéis más alertas, debido a que la cafeína es muy similar a la adenina (un compuesto del ATP, ADN y del AMP ciclíco).

Eso es lo que convierte a la cafeína en un estimulante de amplio alcance.

Puesto que es tan similar a la adenina se puede instalar en sus receptores, manteniendo el AMP ciclíco activo y evitando así su degradación. Cuando el AMP ciclíco se degrada el suministro de energía corporal disminuye, porque éste se produce a partir del ATP. La cafeína enseña al cuerpo a degradar las enzimas en su lugar, de forma que el suministro de AMP ciclíco permanece elevado durante más tiempo.

La cafeína se absorbe rápidamente a través del sistema digestivo y alcanza su pico de concentración en la sangre a los 60 – 90 minutos después de su consumo. Luego, la cafeína es metabolizada en el hígado produciendo una serie de metabolitos de los que algunos son expulsados del cuerpo como productos residuales. La cafeína puede permanecer en el sistema durante 24 a 48 horas, teniendo su vida media una duración de entre 4-5 horas, pero eso puede variar tanto como de 2 a 10 horas como resultado de factores genéticos, fisiológicos y medioambientales.

La dosis diaria recomendada de cafeína es de 250 miligramos, una cifra a la que se puede llegar fácilmente, porque la cafeína so sólo se encuentra en el café, un gran número de alimentos que consumimos y de medicamentos que usamos la contienen. Una taza normal de 250 mililitros de café contiene entre 100 y 125 miligramos de cafeína, dependiendo de la concentración, tipo del grano y sistema de cocción. Así que si consumís café tened cuidado porque hay muchas otras cosas que también os están aportando cafeína.

He aquí el contenido medio de cafeína de algunos productos habituales:

Taza de café (150 ml) 35 mg
Tazón de té (250 ml) 50 mg
Taza de café instantáneo (150 ml) 75 mg
Tazón de café instantáneo (250 ml) 100 mg
Taza de café brewed (150 ml) 100 mg
Lata de cola (330 ml) 30 mg
Lata de bebida estimulante 80 mg
Ración de postre de café o chocolate 30 mg
Barrita de chocolate 15 mg
Chocolate o cacao caliente 4 mg

Gracias a la capacidad de la cafeína para llegar a las células musculares, es evidente que puede ayudar a proporcionar energía extra que sustenten los músculos durante fases de entrenamiento intenso.
Ese es un beneficio tremendo. Imaginad cuánto más duras y largas pueden ser las sesiones de entrenamiento si os tomáis un par de tazas de café antes de ir al gimnasio. Dispondréis de la energía suficiente para hacer esa repetición extra. Seréis capaces de completar una serie más y tendréis el vigor para entrar en una nueva dimensión de entrenamiento y de crecimiento.

Para aquellos de vosotros que soléis realizar la actividad cardiovascular después de la sesión de pesas, un poco de cafeína os permitirá ir más rápido y durante periodos de tiempo más largos. Eso no sólo os permitirá alcanzar una mejor condición cardiovascular, sino que os ayudará a quemar mayores cantidades de grasa corporal.

La cafeína os permitirá quemar grasa incluso cuando no estáis haciendo cardio. Como ya he dicho antes, la cafeína es un estimulante y por lo tanto aumenta el ritmo al cual el cuerpo quema calorías durante la fase de reposo. Seguiréis recaudando los beneficios de la cafeína incluso mucho después de haber acabado en el gimnasio.

Además, la cafeína ha demostrado que puede quemar grasa por sí misma. Es una ayuda termogénica que promueve la lipolisis, o sea el efecto de degradación de la grasa. Como ayuda termogénica, la cafeína provoca la liberación de la hormona sensitiva a la lipasa (HSL), que es la hormona responsable de crear el ciclo de lípolisis. Éste es un proceso por el cual el cuerpo fuerza a las grasas a verterse en la circulación para servir como fuente energética.

Ahora bien, eso no significa que podáis simplemente sentaros y beber para ver como la grasa se funde y desaparece. Sólo aumenta la actividad de este sistema, no lo acelera a velocidad supersónica.

A pesar de que la eliminación de la grasa es muy importante, la cafeína puede ayudaros de otras formas mientras estáis en el gimnasio. Los estudios han demostrado que cuando a los individuos que no tomaban habitualmente café se les administraba un poco, éstos eran capaces de levantar más peso. La razón exacta por la que esto sucedía está todavía por determinar, pero el hecho permanece siendo un fenómeno bien documentado.

Hasta ahora hemos visto que la cafeína puede ayudaros a levantar más peso, a disponer de más energía y resistencia durante esas largas sesiones de entrenamiento y a quemar más grasa corporal. ¡Vaya, parece que ésta deba formar parte del régimen de entrenamiento de todo el mundo!

Bueno, como sucede con tantas otras cosas, incluidos los suplementos, la cafeína debe ser usada de forma responsable y con cuidado.

Ésta es un diurético natural. Eso significa que obliga al cuerpo a desprenderse del agua. Si alguien no está consumiendo suficiente agua, o si está realizando sesiones largas de ejercicio o corriendo, o haciendo cardio sin beber agua, podría causarle fácilmente deshidratación.



Los que tengan algún problema renal, más vale que se abstengan de la cafeína.

Esta sustancia también es ácida, de manera que debe evitarse por aquellos que tengan úlceras, o cualquier otro problema de estómago.

Los problemas cardiacos no han estado asociados con la cafeína, pero algunos estudios muestran una ligera correlación con las altas dosis de cafeína y las enfermedades de corazón. No ha sido probado que la cafeína pueda causar algún problema cardiaco, pero existe suficiente evidencia como para que la comunidad médica haya alertado sobre esa posibilidad.

Si queréis probarla y añadir un poco de fuego y fuerza a vuestra rutina, acelerar el proceso de eliminación de la grasa y mejorar vuestra alerta mental... entonces tomaos un par de cafés antes de acudir al gimnasio.

Sin embargo, emplead el sentido común y no abuséis. Tomar demasiada cafeína puede ser contraproducente y peligrosa. No tenéis que tomar tanta que vayáis corriendo de un lado a otro como un desenfrenado que se hubiese tomado una bolsa de cocaína.

Limitad la ingestión diaria a 250 miligramos y ni siquiera la probéis los días que no vayáis a entrenar.
Es bueno estar despiertos, inspirados y acelerados, pero cuidado... ¡no acabéis quemados!

el culturismo.



CAFEÍNA

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