lunes, 20 de mayo de 2013

Complejos Vitamínicos y Minerales: ¿son realmente necesarios?

Podría seguir enumerando las razones por las que creo que es recomendable tomar una fórmula de vitaminas, minerales y antioxidantes de absorción mejorada, pero me limitaré a citar al doctor Richard Schultz, uno de los mejores herboristas del mundo: “En 1948, un bol de espinacas aportaba una cantidad X de nutrientes. En 1963, eran precisos 28 boles para obtener la misma cantidad de nutrientes. En 1993, eran necesarios 87”.



“En pocas palabras, el valor nutritivo de nuestros recursos alimentarios ha alcanzado un mínimo histórico. Si los órganos no reciben los nutrientes que necesitan, acaban degenerándose. Así que en un momento en el que las amenazas para la salud (virus, parásitos y bacterias) son mayores que nunca, la riqueza de los alimentos que ingerimos para protegernos de ellas es la menor de todos los tiempos”.
“No debe sorprendernos, pues, que el índice de las enfermedades degenerativas se haya disparado en este país [EE UU]. El cáncer, la diabetes, las afecciones coronarias, la artritis... todos son procesos degenerativos. Además, la vida en el siglo XXI se caracteriza por una gran tensión emocional. En la sociedad moderna, y su abundante consumo de comida basura, rara vez se satisfacen las necesidades nutricionales. Y con la edad disminuye la capacidad del organismo para absorber los nutrientes de los alimentos; de ahí la conveniencia de tomar un suplemento, que nos proporcionará los nutrientes que nos faltan en la dieta y que los órganos necesitan para regenerarse y funcionar correctamente”.
Terminamos con esto el apartado dedicado a las vitaminas y los minerales, pero existe otro elemento básico para vida: el agua.

El agua

Aunque no se considera un nutriente, el agua es esencial para gozar de buena salud y ganar masa muscular. Conduce los electrolitos a los músculos y posibilita su contracción y la transmisión de los impulsos nerviosos. También transporta las vitaminas, los minerales, la glucosa, los aminoácidos y las hormonas a todo el cuerpo. De hecho, constituye el 70% del organismo. Sin ella, no podríamos metabolizar las grasas ni retirar los residuos de las células. Todos los seres vivos necesitan agua. Ayuda a producir energía, regular la temperatura corporal, desintoxicar el organismo, crear células o lubricar las articulaciones. La deshidratación acelera el envejecimiento y favorece los procesos inflamatorios.
El cuerpo pierde agua constantemente... incluso con la respiración, pero también con el sudor del calor del verano y el ejercicio físico, que nos refresca. Las bebidas con cafeína, como el café, el té y ciertos refrescos, así como el alcohol, estimulan aún más la eliminación de líquidos porque actúan como diuréticos. Cuando tomemos esos productos debemos beber agua en la misma proporción como medida de compensación. Para las personas que desean reducir su porcentaje de grasa corporal, el agua es aún más importante, ya que una deshidratación leve ralentiza un 3% el ritmo metabólico basal, pero esa ligera caída supone ganar medio kilo de grasa al cabo de seis meses. Los estudios demuestran también que una pérdida de agua de tan sólo un 1% del peso corporal limita el rendimiento físico y mental. Una pérdida del 4% puede causar cefalea, fatiga, debilidad muscular e irritabilidad. Si llega al 7% en el verano, las consecuencias pueden ser fatales.

La falta de agua puede alterar el equilibrio de los electrolitos y afectar a la fuerza y a la contracción muscular, así que aseguraos de beber la cantidad suficiente a lo largo del día

Mantener el cuerpo hidratado permanentemente constituye un factor importante del programa MET. No esperéis a tener sed para beber agua, porque tomaréis menos de la que necesitáis. Puede que no sea un tema de conversación agradable, pero el color de la orina constituye una forma sencilla de saber si el organismo recibe la cantidad adecuada de agua. Un tono amarillo oscuro indica que necesitamos más líquidos. Bebed el agua suficiente para que la orina adquiera un color más claro, casi transparente. Una persona normal necesita ocho vasos diarios de agua. Por supuesto, quienes hacen ejercicio han de beber más. Os recomiendo que llevéis con vosotros una botella grande de agua y vayáis tomando sorbos.


Recapitulando, cuando sigáis la dieta MET, bebed mucha agua y acostumbraos a tener una botella grande en la mesa de la oficina o en el coche. Repito: no esperéis a sentir sed; id bebiendo todo el día. No ingerir la cantidad suficiente de agua, además de los efectos negativos que se han mencionado, puede alterar el nivel de sodio y potenciar la retención de líquidos subcutáneos, que transmite una imagen fláccida. Según una encuesta reciente del Centro de Información Nutricional de EE UU, los estadounidenses beben una media de 4,6 vasos de agua al día, frente a los 5,9 de bebidas que estimulan la diuresis, como el café y los refrescos. Si a eso sumamos que la mayoría de las personas sufre una deshidratación del 2% al 4% —en cierto casos, hasta del 6%— de su peso corporal cuando hace ejercicio, resulta fácil comprender que el programa MET recomiende tomar 10 vasos de agua al día.


Complejos Vitamínicos y Minerales: ¿son realmente necesarios?

Otros post
Vitaminas, Minerales y Agua en el Culturismo.

























No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Entradas populares